Menuda jeta la de los de Ono. Con todo el descaro y el oportunismo del mundo, en su último spot la operadora de cable hace suyo el lema del movimiento Abrazos Gratis, eso sí, convenientemente enmascarado como "regalo abrazos". Me parece de una desfachatez gigante, y si mucho me apuras hasta diría que roza el mal gusto.
Ono nos tiene acostumbrados a un modo de publicidad agresiva, incluso invasiva en mi opinión, por ejemplo con los puestos a pie de calle a modo de kiosko ambulante (o de chiringuito de trilero, según se mire). ¿Os acordáis de esas "manifestaciones pro-Ono" que surcaban nuestras calles hace unos años? A eso me refiero con publicidad invasiva.
Ahora, cada vez que uno de los voluntarios del movimiento Abrazos Gratis se dedique a regalar su tiempo, esfuerzo e ilusión en hacer un poquito más feliz el día a la gente, éstos pensarán que no es más que otra campaña de una gran empresa (grande por tamaño, no por otra cosa), con lo que es fácil que incluso la gente pase a rechazarlos de mala gana.
Lo que nos faltaba, ir cargándonos las pocas muestras de altruismo que van naciendo.
Lo peor del asunto es que parece que esto se puede convertir en tendencia. Desde hace varios días oigo en la radio la nueva campaña de Bancaja sobre su Tarjeta ONG. La idea como producto es buena - el 50% del beneficio de la entidad por el uso de la tarjeta va a para a ONGs y obras benéficas - pero la campaña publicitaria es, en mi opinión, un desastre. "Cuando escuché la cifra de muertos del terremoto, acudí corriendo a comprarme un MP3" no es un slogan que invite al consumidor a ser solidario, más bien parece una tomadura de pelo o un insulto.
Este es un ejemplo de cómo una campaña de márketing mal enfocada puede cargarse un producto, o peor aun, tu buena imagen como empresa.
Ono nos tiene acostumbrados a un modo de publicidad agresiva, incluso invasiva en mi opinión, por ejemplo con los puestos a pie de calle a modo de kiosko ambulante (o de chiringuito de trilero, según se mire). ¿Os acordáis de esas "manifestaciones pro-Ono" que surcaban nuestras calles hace unos años? A eso me refiero con publicidad invasiva.
Ahora, cada vez que uno de los voluntarios del movimiento Abrazos Gratis se dedique a regalar su tiempo, esfuerzo e ilusión en hacer un poquito más feliz el día a la gente, éstos pensarán que no es más que otra campaña de una gran empresa (grande por tamaño, no por otra cosa), con lo que es fácil que incluso la gente pase a rechazarlos de mala gana.
Lo que nos faltaba, ir cargándonos las pocas muestras de altruismo que van naciendo.
Lo peor del asunto es que parece que esto se puede convertir en tendencia. Desde hace varios días oigo en la radio la nueva campaña de Bancaja sobre su Tarjeta ONG. La idea como producto es buena - el 50% del beneficio de la entidad por el uso de la tarjeta va a para a ONGs y obras benéficas - pero la campaña publicitaria es, en mi opinión, un desastre. "Cuando escuché la cifra de muertos del terremoto, acudí corriendo a comprarme un MP3" no es un slogan que invite al consumidor a ser solidario, más bien parece una tomadura de pelo o un insulto.
Este es un ejemplo de cómo una campaña de márketing mal enfocada puede cargarse un producto, o peor aun, tu buena imagen como empresa.
2 comentarios:
Me gusta tanto este blog que he decidido a ponerte un comentario...
Más corto que el guión de una peli porno, verdaderamente lo he hecho para que visites mi blog, asi que si eres un sapo con acné y dos trenzas en el pelo, entra en mi puto blog http://soyinadaptadosocial.blogspot.com
Hoy he visto el anuncio, menudo peazo plagio. ¿Llamamos a la SGAE?
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